viernes, 21 de marzo de 2014

10 años de la EPSON R-D1


Todos recordamos con especial impacto aquel 11 de Marzo del 2004 en España, fecha en la que hace pocos días se cumplieron 10 años de ésta, pero en esta ocasión hablamos de algo más "pixelado" y que forma parte de la historia de la Fotografía, concretamente la presentación oficial de la R-D1 de Epson.

Muchos se preguntarán, ¿ hablamos de una impresora antigua ?.

Pues no, no hablamos de una impresora o de un tipo de tinta o papel de la marca, ni mucho menos, sino de una cámara muy especial que llegó al mercado allá por el año 2004 y que quizás muchos desconozcan, pero que marcó unas pautas que en su momento no fueron tan valoradas por el gran público, y que curiosamente está tan de moda en nuestros días por sus líneas y diseño clásico tanto en el cuerpo como en sus detalles.

La Epson R-D1 fue la primera cámara telemétrica digital con la peculiar montura M de Leica y L mediante adaptador. Se podría decir que fue un modelo rompedor ya que este producto conjugaba muy bien el encanto de lo clásico y los avances de la era digital de su momento, armada con un sensor CCD tipo APS-C de 6 Megapixels, resolución que quizás en el actual año 2014 suene pequeña, pero que era más que suficiente y ofrecía un rendimiento bastante decente, el cuerpo de la R-D1 era de aluminio bastante robusto y estaba basado en la Cosina Voigtlander Bessa R.


En esa combinación de lo clásico y lo moderno, la R-D1 ofrecía muchos guiños o detalles a destacar, como por ejemplo poder elegir entre modo color o blanco y negro directo, o el llamativo ajuste “de película” donde seleccionar distintos modos de acabados o efectos configurables, y para rizar el rizo, sus indicadores de exposición a modo de agujas, el clásico conector de rosca para el cable disparador,  o la singular “palanca de arrastre” la cual debe girarse como en los tiempos de película para cargar el obturador, por no hablar de esa pantalla trasera de dos pulgadas que permite girarse así misma para ser ocultada y hacer pasar más desapercibida esa condición digital y parecer más “analógica” dejando a la vista la escala circular clásica de conversión ASA-DIN.

Entre las prestaciones de ésta cámara destacaban el visor telemétrico muy luminoso y claro, velocidades de obturación de 1/2000 a B, Modos Manual y prioridad, ranura de tarjetas SD, su sensibilidad ISO de 200 a 1600, perfil de color Adobe RGB, y poder capturar en RAW y JPG a la vez.

Cabe recordar que la R-D1 ganó en el año 2005 el premio Camera Gran Prix, posteriormente en el año 2007 llegó una versión mejorada, la R-D1s y posteriormente en el año 2009 apareció la R-D1x con algunas mejoras añadidas en la saga con el aumento de la pantalla trasera a 2.5 pulgadas y compatibilidad con las tarjetas SDHC, y una variante denominada R-D1xG que ofrecía una nueva empuñadura o grip.

Hay quienes se atreven a decir que la R-D1 "despertó" a la gran Leica para dar ese salto definitivo al formato digital con su M8, que recordemos llegó al mercado en el año 2006.




Con este pequeño homenaje a otra clásica ya de la fotografía cabe la reflexión igualmente sobre esa obsesión y burbuja de la industria por el aumento obsesivo de la resolución de sus sensores en muchos casos olvidando algo tan básico y sencillo como disfrutar y sentir de forma especial y única la magia de la fotografía. 

Nunca viene mal recordar tiempos pasados para conocer la historia y evolución de lo que nos rodea.









1 comentario:

Anónimo dijo...

Fenomenal Review aprovechando su aniversario.

Yo tuve una y la vendí y he vuelto a comprarla. Es una gozada.

Por el mismo precio he rechazado sin dudarlo una M8 para comprar la Epson.

Desde mi punto de vista mejor en todo que Leica M8.